http://www.sidalc.net/cgi-bin/wxis.exe/?IsisScript=UNCPE.xis&method=post&formato=2&cantidad=1&expresion=mfn=000510
http://www.isis.cl/jspui/handle/123456789/29722
http://www.medigraphic.com/pdfs/salmen/sam-2005/sam054i.pdf
martes, 14 de octubre de 2014
domingo, 28 de septiembre de 2014
ASISTENCIA PSICOLOGICA
CUANDO DEBEMOS ACUDIR AL PSICÓLOGO
Cuando:
Ø Sintamos
que la tristeza, la apatía y la falta de ilusión empiezan a agobiarnos y a
emitirnos el siempre equivocado mensaje de que nuestras vidas carecen de
sentido.
Ø El negro
o el gris tiñen frecuentemente nuestros pensamientos y nos vemos incapaces de
encontrar algo positivo en nuestras vivencias cotidianas.
Ø Todo a
nuestro alrededor lo percibimos amenazante y nos sentimos solos, incomprendidos
o desatendidos.
Ø Pensamos
que la desgracia se ha cebado en nosotros y comenzamos a asumir que todo nos
sale mal y que las cosas no van a cambiar.
Ø Estamos
atenazados por miedos que nos impiden salir a la calle, relacionarnos con otras
personas, permanecer en un sitio cerrado, hablar en público, viajar, etc.. Es
decir, cuando el temor o la inseguridad nos impiden desarrollar nuestras
habilidades y disfrutar de personas, animales y cosas que nos rodean.
Ø La
obsesión por padecer graves enfermedades o contagiarnos de ellas nos lleva a
conductas extrañas y repetitivas, de las que no podemos prescindir sin que su
ausencia nos genere ansiedad.
Ø Nos
sentimos "con los nervios rotos" y casi cualquier situación hace que
perdamos el control y sólo sepamos responder con agresividad o con un llanto
inconsolable.
Ø Nos damos
cuenta de que fumar, beber o consumir cualquier otra droga, apostar..., se ha
convertido en una adicción de la que no sabemos salir y que genera perjuicios
importantes en nuestra vida o en la que de quienes nos rodean.
Ø El estrés
empieza a mostrarse a través de sus síntomas psicosomáticos: insomnio,
problemas digestivos, cardiovasculares, sexuales.
Ø La
ansiedad es una constante diaria, que impide la estabilidad y serenidad
necesarias para mantener un pensamiento positivo, una conducta tranquila y el
goce de los pequeños placeres cotidianos.
Ø Los
silencios, los desplantes o los gritos sustituyen al diálogo, y los problemas
de comunicación enturbian nuestra relación con los demás.
Ø Las
dificultades sexuales afloran y vivimos la angustia que causan la impotencia,
la falta de deseo o de sensaciones eróticas y, sobre todo, la imposibilidad de
gozo y comunicación con la persona destinataria de nuestro amor.
SALUD MENTAL
QUE
ES LA SALUD MENTAL
La
salud mental
Mucha
gente piensa en la “enfermedad” mental cuando escuchan la expresión salud
mental. No obstante, salud mental es mucho más que la ausencia de
trastorno mental.
La
salud mental es un don que todos queremos poseer, independientemente de si lo
designamos o no con ese nombre. Cuando hablamos de felicidad, tranquilidad,
goce o satisfacción, casi siempre nos estamos refiriendo a la salud mental.
La
salud mental tiene que ver con la vida diaria de todos. Se refiere a la manera
como cada uno de nosotros nos relacionamos con otros en el seno de la familia,
en la escuela, en el trabajo, en las actividades recreativas, en el contacto
diario con nuestros iguales y, en general, en la comunidad. Comprende la manera
en que cada uno armoniza sus deseos, anhelos, habilidades, ideales,
sentimientos y valores morales con los requerimientos para hacer frente a las
demandas de la vida.
La salud mental tiene que ver con:
v Cómo nos sentimos con nosotros mismos.
v Cómo nos sentimos con los demás.
v En qué forma respondemos a las demandas de la vida.
No
existe una línea divisoria que separe con precisión a la persona mentalmente
sana de la que no lo está. En verdad, existe toda una gama de grados de salud
mental y no hay una característica singular que pueda tomarse aisladamente como
evidencia de que se la posee. Por otra parte, tampoco la ausencia de uno de
esos atributos puede admitirse como prueba de “enfermedad” mental. Más aún,
nadie mantiene durante toda su vida las condiciones de una “buena” salud
mental.
Entre las características de las personas mentalmente sanas se
encuentran las siguientes:
1. Están satisfechas consigo mismo.
v No están abrumadas por sus propias emociones
(rabia, temores, amor, celos, sentimientos de culpa o preocupaciones).
v Pueden aceptar sin alterarse las decepciones de la
vida.
v Tienen una actitud tolerante, despreocupada,
respecto a la propia persona y a los demás y son capaces de reírse de sí
mismas.
v Ni subestiman ni sobrevaloran sus habilidades.
v e respetan a sí mismas.
v Se sienten capaces de enfrentar la mayoría de las
situaciones.
v Consiguen placer de las cosas simples de la vida
cotidiana.
2. Se sienten bien con los demás.
v Son capaces de amar y tener en consideración los
intereses de los demás.
v Sus relaciones personales son satisfactorias y
duraderas.
v Les gusta confiar en los demás y sentir que los
otros confían en ellos.
v Respetan las múltiples diferencias que encuentran
en la gente.
v No se aprovechan de los demás ni dejan que se les
utilice.
v Se sienten parte de un grupo.
v Se consideran implicados en los avatares que
afectan a la sociedad.
3. Son capaces de satisfacer las demandas que la
vida les presenta.
v Enfrentan sus problemas a medida que se van
presentando.
v Aceptan sus responsabilidades.
v Modifican su ambiente cuando esto es posible y se
ajustan a él cuando es necesario.
v Tienen la mente abierta a nuevas experiencias e
ideas.
v Hacen uso de sus dotes y aptitudes.
v Se fijan sus metas ajustándose a la realidad.
v Son capaces de tomar sus propias decisiones.
v Consiguen satisfacción en poner su mejor esfuerzo
en lo que hacen.
domingo, 21 de septiembre de 2014
BIBLIOGRAFIAS
Bowlby, J. (1968). Los cuidados maternos y la salud mental. Organización Mundial de la Salud.
López, E. E., Ochoa, G. M., & Olaizola, J. H. (2005). El rol de la comunicación familiar y del ajuste escolar en la salud mental del adolescente. Salud mental,28(4), 81.
Medina-Mora, M. E., Borges, G., Muñiz, C. L., Benjet, C., & Jaimes, J. B. (2003). Resultados de la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica en México. Salud mental, 26(4), 1.
Burin, M. (1987). Estudios sobre la subjetividad femenina: mujeres y salud mental. Grupo Editor Latinoamericano.
Villavicencio, P., & Sebastián, J. (1999). Violencia doméstica: su impacto en la salud física y mental de las mujeres.
ALERTA 1
López, E. E., Ochoa, G. M., & Olaizola, J. H. (2005). El rol de la comunicación familiar y del ajuste escolar en la salud mental del adolescente. Salud mental,28(4), 81.
Medina-Mora, M. E., Borges, G., Muñiz, C. L., Benjet, C., & Jaimes, J. B. (2003). Resultados de la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica en México. Salud mental, 26(4), 1.
Burin, M. (1987). Estudios sobre la subjetividad femenina: mujeres y salud mental. Grupo Editor Latinoamericano.
Villavicencio, P., & Sebastián, J. (1999). Violencia doméstica: su impacto en la salud física y mental de las mujeres.
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